Se que te hice mil heridas casi imposibles de sanar, y nadie gana la partida, pues tu aqui y yo alla. Cuando el orgullo no te deja entrar en tiempo ni en razón, hay que callar todas sus quejas y hacerle caso al corazón. ¿Porque llorar?Pporque vivir así?¿Porque pensar para volver a mi?qué importa ya que tienen que decir.... si vine, vine por ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario